En el periodo de enero a abril, los sueldos han sufrido una pérdida de ocho décimas de poder adquisitivo debido a la escalada de la inflación. El incremento salarial acordado en los convenios colectivos fue del 3,1%, frente a un índice de precios de consumo (IPC) del 3,9%.

La subida salarial pactada en los convenios de empresa alcanzó el 2,85%, frente al 3,13% de los convenios sectoriales. No obstante, también es menor la jornada laboral en los primeros (1.703,2 horas anuales) que en los segundos (1.760,9 horas).

Por sectores, el mayor incremento salarial acordado correspondió a la agricultura (3,68%), seguido de la industria (3,22%), los servicios (3,02%) y la construcción (2,9%).

Los negociadores de los convenios parece que siguen a rajatabla el consejo de moderación salarial incluida en el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva renovado a principios de año por CCOO, UGT y CEOE-Cepyme. El acuerdo recomienda que las subidas salariales se pacten en función de la previsión oficial de inflación (2%), el reparto negociado de la productividad y la inclusión de cláusulas de revisión salarial para garantizar el poder adquisitivo.

CLÁUSULAS DE REVISIÓN Las cláusulas de salvaguarda alcanzan actualmente a tres de cada cuatro trabajadores amparados por la negociación colectiva, siendo cada vez más frecuente la inclusión de este tipo de cláusulas en los convenios colectivos, según datos sindicales.

El responsable de Acción Sindical de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, instó al Gobierno a revisar los criterios para fijar el objetivo de inflación, "porque año tras año la evolución real de los precios desmiente las previsiones del Ejecutivo y desvirtúa el diálogo entre las organizaciones sindicales y empresariales y la negociación colectiva". El dirigente de CCOO destacó la necesidad de incluir la cláusula de revisión salarial "cuanto antes" en todos los convenios.

CRÍTICAS A LA REFORMA Por su parte, el responsable económico de IU, Javier Alcázar, aseguró ayer que la reforma laboral "solo beneficia a la élite económica", y añadió que el Gobierno "está perdiendo una oportunidad importante" para mejorar la situación del mercado de trabajo.

El secretario general del PCE, Francisco Frutos, acusó al Gobierno socialista de haberse "lavado las manos" aceptando la filosofía de la CEOE en la negociación de la reforma que, a su juicio, solo contribuye a abaratar los costes empresariales y a aumentar la precarización del mercado de trabajo.

El secretario general del sindicato vasco ELA, José Elorrieta, consideró que la reforma supone "la consolidación estructural de la precariedad en el mercado de trabajo".