La baja tasa de natalidad de la UE (1,5 hijos por cada mujer en edad fértil) está desde hace años por debajo del nivel de crecimiento vegetativo de la población (2,1 hijos por mujer). Bruselas considera que esta peligrosa situación es fruto de la precariedad laboral y económica de los jóvenes, de las dificultades para acceder a la vivienda y de las crecientes exigencias empresariales bajo el amparo de la globalización, que hacen difícilmente compatible la vida familiar con la profesional.

El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, reconoció que "es imperativo" modificar las relaciones laborales y crear muchas más guarderías.