El grupo alemán E.ON, que aspira a adquirir la compañía eléctrica española Endesa, fue el responsable del apagón europeo del 4 de noviembre, que afectó a España y a otros ocho países comunitarios, según la investigación encargada por la Comisión Europea y presentada ayer.

La filial de E.ON que gestiona la red eléctrica no aplicó los procedimientos de seguridad mínimos al cortar el suministro y carecía de instrumentos para verificar que la red funcionaba, según el informe de la Unión para la Coordinación del Transporte de Electricidad (UCTE). Por ello, se produjo un efecto dominó que perjudicó a más de diez millones de personas. El comisario de Energía, Andris Piebalgs, dijo que las negligencias de E.ON no disminuyen la "fiabilidad" de la empresa, ni afectan a la operación de compra de Endesa.