Las bolsas europeas abrirán hoy sus respectivas sesiones marcadas por la incertidumbre sobre el efecto real de la crisis hipotecaria en Estados Unidos y sus repercusiones en las entidades financieras europeas. También afrontarán el temor de que a la mayoría de los inversores no les hayan convencido las medidas de las autoridades monetarias de inyectar dinero para garantizar la liquidez.

El cierre en positivo de Wall Street el pasado viernes puede jugar a favor del retorno a una cierta estabilidad. Pero habrá que ver cómo reaccionan los inversores si aparece una nueva noticia de bancos hipotecarios estadounidenses que entran en quiebra o de fondos de entidades bancarias europeas y asiáticas que confiaron en productos derivados de la arriesgada política crediticia de EEUU y ahora se ven obligados a asumir su quiebra.

La incertidumbre sobre estos dos puntos es muy grande. Hace pocas semanas, ningún banco francés hacía referencia a un posible contagio de la crisis hipotecaria estadounidense, pero el jueves pasado el mayor banco de Francia, el BNP, paralizó tres de sus mayores fondos por este motivo. El Banco Central Europeo había dedicado muy poca atención a la crisis de las hipotecas de riesgo en EEUU, y, sin embargo, el jueves y el viernes pasado adoptó la poco habitual medida de inyectar en el sistema nada menos que 155.850 millones de euros en solo dos días para garantizar la liquidez de los bancos.

El órgano regulador y de control de las bolsas de EEUU ha puesto en duda que los grandes bancos norteamericanas estén menos afectados en su país que otras entidades del otro lado del Atlántico.