La crisis de crédito hipotecario originada en EEUU y que está removiendo todas las bolsas del mundo tendrá un efecto muy escaso en España, según el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes. En la primera intervención pública de un responsable del Ejecutivo español desde que se inició la crisis bursátil, el pasado jueves 9 de agosto, el ministro declaró ayer a la agencia Efe que los efectos de la crisis hipotecaria estadounidense tienen un impacto "relativamente pequeño" en la economía española y descartó un efecto de contagio en el sistema financiero.

Solbes expresó su confianza en que "en las próximas semanas" los mercados recuperarán la normalidad, y la "turbulencia fuerte" que ha partido del mercado estadounidense acabará teniendo una incidencia "limitada" en España.

Recordó que mientras que en Estados Unidos se han registrado datos macroeconómicos peores de los previstos, como la caída en la construcción de nuevas viviendas, en España siguen siendo "buenas" las cifras fundamentales, como el crecimiento o la evolución de la inflación.

Sin embargo, y tras señalar que la situación española ante esta crisis es "relativamente cómoda", el ministro reconoció: "No estamos totalmente protegidos respecto a los efectos externos, porque lógicamente al final nos afecta lo que ocurra en las economías europea, asiática y estadounidense".

Solbes recordó las fuertes subidas que la bolsa española ha registrado en los últimos meses y añadió que, como ha dicho muchas veces, "hay que ser muy cauto a la hora de invertir cuando la bolsa está en máximos".

CORRECCIÓN Las pérdidas registradas en los últimos días muestran, a juicio del vicepresidente, una "cierta corrección" de la bolsa a la que "no hay que dar mayor importancia".

El vicepresidente recordó que el crecimiento del segundo trimestre, del 4%, una décima inferior al del primer trimestre, está en consonancia con la "corrección" que ya preveía el Gobierno, puesto que no se debe a "incidentes" como el de los mercados, sino a la "cierta caída de la actividad" que se esperaba.

El vicepresidente segundo también consideró que las inyecciones de liquidez de más de 300.000 millones de euros aprobadas por las principales autoridades monetarias, durante las dos últimas semanas, "han tenido un efecto positivo".

No obstante, apuntó que los tipos de interés "siguen un camino totalmente diferente" al de la liquidez en los mercados, y la decisión del Banco Central Europeo de subirlos o no debe responder, en su opinión, a las expectativas de inflación en la zona euro y a las medidas a tomar para evitar mayores aumentos de los precios de consumo.