Algunos de los principales representantes de los partidos conservadores europeos criticaron ayer con dureza a EEUU por haber provocado la crisis financiera que atenaza las economías del continente. El más duro fue el primer ministro francés, François Fillon, quien defendió que los europeos no deben pagar los "platos rotos" de una situación de la que no son responsables. Así, el líder del Ejecutivo del país que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea reclamó a las autoridades estadounidenses que asuman su responsabilidad. A su entender, tienen una buena parte de culpa, por permitir que su mala regulación financiera amparase a unas entidades que se han dejado llevar por el "rendimiento extravagante de productos financieros complejos y opacos".

En contraposición, destacó que la normativa europea, criticada por ser demasiado restrictiva, ha permitido que no existan en el mercado comunitario productos como las hipotecas basuras. También defendió la actuación del Banco Central Europeo, por considerar que ha estado "a la altura de la gravedad de la situación". Fillon realizó estas consideraciones en la inauguración de la universidad de verano de Red Europea de Ideas, el foro ideológico del Grupo Popular en el Parlamento Europeo.

En el mismo acto, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, coincidió en que la crisis no ha sido creada por Europa, sino que "se le ha servido importada". Jaime Mayor Oreja, vicepresidente del Grupo Popular Europeo, criticó la falta de prevención de Occidente, que no fue capaz de anticipar la crisis.

LA TESIS DE RATO Rodrigo Rato, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, se mostró más cauto. Remachó que el origen de la crisis es el defectuoso sistema financiero estadounidense, pero alabó la medidas impulsadas por las autoridades del país. La situación financiera, a su juicio, es equiparable a la del crack de 1929, pero el mundo no vivirá un largo proceso de recesión como entonces porque las economías con más sólidas.