El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ratificó el sábado su confianza en Dominique Strauss-Kahn para que siga siendo el director gerente del organismo. Tras estudiar el romance que Strauss-Kahn tuvo con una subordinada a través de una investigación realizada por una firma de abogados según sus propias normas éticas, los 24 miembros de la dirección del FMI llegaron unánimemente a la conclusión de que la relación del directivo con Piroska Nagy fue "consensuada" y "no hubo acoso, favoritismo ni ningún otro abuso de la autoridad por parte del director gerente". Eso sí, aunque el consejo dio por cerrado el caso, dejó también sobre el papel críticas a Strauss-Kahn por un "incidente lamentable" en el que, aseguran, el directivo ha demostrado "un serio error de juicio".

Son palabras que reflejan la dicotomía que encierra la resolución de este caso, que arrancó cuando se supo que Strauss-Kahn --casado y padre de cuatro hijos-- había mantenido una relación con Nagy. Ella, que era una de las dirigentes del departamento de África, casada con otro economista, abandonó el FMI en agosto tras acabar su relación con el director gerente como parte de una serie de 600 despidos organizados por Strauss-Kahn para reducir los costes. Aunque el consejo haya considerado probado que Strauss-Kahn no aprovechó su posición para iniciar la relación ni castigó ni favoreció a su examante una vez terminada su aventura, también recordó que "la conducta del director gerente marca un importante tono para la institución y, como tal, debe estar más allá del reproche en todo momento".

Shakour Shalaan, el decano del consejo ejecutivo, aseguró a los medios el sábado que habló personalmente con Strauss-Kahn tras la reunión en que se tomó la decisión de ratificar su confianza en él y le dijo "que esto no debe pasar otra vez".

Se esperaba que Strauss-Kahn enviara inmediatamente un mensaje a los empleados del Fondo. Sin embargo, antes de llegar a hacerlo, emitió un comunicado el sábado en el que se mostró "agradecido" por la confirmación del consejo de que no abusó de su autoridad y aceptó que el incidente "representa un serio error de juicio".

CRÉDITO A UCRANIA Al margen de esta polémica, el FMI trabaja para confirmar su resurgimiento como actor clave para afrontar la crisis financiera. Así, la entidad, que se ha convertido en el prestamista de último recurso de países con problemas, anunció ayer un préstamo de 13.000 millones de euros a Ucrania. Ese amplio crédito representa 800 veces la cuota en el FMI de Ucrania, un país muy golpeado por la debacle de crédito y por el tambaleo del sistema financiero.