Más liquidez para poder actuar con rapidez. Ahí radica una de las necesidades de cambio en el Fondo Monetario Internacional (FMI), a criterio del Gobierno español. Ese es uno de los aspectos que el Ejecutivo defenderá en la cumbre del G-20, que se celebra pasado mañana en Londres.

"España considera que es necesaria la revisión de los instrumentos del Fondo Monetario Internacional para que este organismo disponga de una mayor capacidad para facilitar liquidez a sus miembros en el caso de una notable interrupción de los flujos de capital", según el comunicado emitido ayer por la Moncloa. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, le explicó estas ideas ayer en Madrid al director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn.

Fuentes del Gobierno mostraron su convencimiento de que, de la cumbre del G-20, saldrá el compromiso de que hay que aportar recursos adicionales al FMI. La Unión Europea (UE) ha anunciado una contribución de 75.000 millones de euros. Lo que no se ha decidido es cómo se realizará el reparto de contribuciones para esa aportación adicional por parte de los países miembros de la UE, manifestaron las mismas fuentes. EEUU también se ha mostrado favorable a incrementar de forma sustancial la dotación del organismo.

La aportación de España se realiza a través de la UE, cuyo peso en votos en el Fondo equivale al 32% del total. La cantidad que pagan los Veintisiete con sus cuotas también supone el 32% de los ingresos. La contribución de España al FMI es de unos 3.700 millones de euros.

Esa suma supone el 1,40% del total de las cuotas recaudadas de los 185 países miembros y que totalizan 266.000 millones de euros al cambio actual (352.000 millones de dólares). El presidente Zapatero, en su reunión con el máximo ejecutivo del FMI, admitió que, para conseguir el objetivo que se persigue, "sería necesario doblar, al menos, los recursos actuales del Fondo".