La dirección y los sindicatos de Nissan estudian una fórmula alternativa al expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 1.000 empleados en la fábrica de Barcelona. La propuesta consiste en adjuntar a los despidos una cláusula de retorno en un plazo por determinar ligado a la producción de las dos nuevas furgonetas.

No es una fórmula totalmente nueva, puesto que ya se aplicó en Seat en un expediente para despedir a 600 operarios en el 2005 y en Nissan se optó por una cláusula similar en otro recorte de plantilla en el 2001. Al igual que se pactó en Seat, la indemnización que recibirían los trabajadores de Nissan que aceptaran voluntariamente el plazo de inactividad a la espera del regreso sería inferior a la que ofrece la empresa para los que dejan definitivamente la fábrica.