El Grupo Banco Popular ha obtenido un beneficio neto de 231,65 millones de euros en el primer trimestre de 2009, un 32,9 por ciento menos que un año antes, debido a que optó por realizar una dotación a provisiones de 175 millones de euros para prepararse para los efectos del incremento de la mora. Así lo informó hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que añadió que esta dotación se une a los otros 259 millones de euros de provisiones ordinarias que atesoraba la entidad a cierre de marzo. Si se compara el beneficio neto recurrente, el que excluye provisiones cautelares y resultados extraordinarios, la ganancia neta del banco que preside Angel Ron se sitúa en 300 millones de euros, cifra que retrocedió el 0,6% respecto a la correspondiente a marzo de 2008. Al finalizar el primer trimestre, la entidad registraba una tasa de mora del 3,82%, casi cuatro veces más que el 0,98% del mismo periodo de 2008, con una cobertura para insolvencias del 133,4%, para una cartera de créditos a la clientela de 94.244 millones, que había crecido el 5,2% en comparación interanual. El Popular destaca en su nota el incremento del crédito, en un momento en que el PIB caía el 1,6%, y explica que este avance se debe básicamente al crédito al sector de las pymes, una apuesta por el empresariado que se refuerza con los créditos ICO, en los que ya tiene una cuota de mercado del 9%. La intensa acción comercial realizada por el banco permitió que los depósitos de la clientela crecieran el 23%, y alcanzaran los 51.782 millones, especialmente por los depósitos a plazo, que aumentaron el 38,3%. El mayor nivel de captación de depósitos permitió reducir la dependencia del banco de la financiación de los mercados mayoristas, que representaba el 38,9% del total, 2,6 puntos porcentuales menos que un año antes, al tiempo que lograba captar más de 1.700 millones de euros en los mercados de capitales. Todo esto le ha proporcionado una cómoda situación de liquidez, unido a su segunda línea de liquidez, que se eleva ya por encima de los 14.000 millones de euros. Durante los últimos trimestres, la entidad se ha preparado "para una crisis excepcional de duración imprevisible", por lo que la gestión se ha enfocado a reforzar la solvencia, contener los costes y dinamizar la acción comercial con pymes y particulares, lo que ha permitido la creación de las mencionadas provisiones cautelares para anticiparse a los efectos del crédito moroso. En cuanto a la solvencia, la ratio de core capital -capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo- se situó en el 7,23% a cierre de marzo, 63 puntos básicos más que un año antes, en tanto que los recursos propios de mayor calidad o Tier 1 avanzaron hasta el 8,47%, debido, en parte, a la colocación de una emisión de participaciones preferentes de 440 millones entre particulares. En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados, el de intereses (antes llamado de intermediación) creció el 16,4%, hasta 727,09 millones de euros, en tanto que el bruto (antes ordinario), que añade los 195,57 millones de euros de ingresos por comisiones, sumó 1.004,92 millones, 11,7% más. Una vez extraídos de la cuenta los gastos de explotación, que alcanzaron 284,75 millones y se redujeron el 2% gracias a la reestructuración de la red de oficinas por la fusión de casi todas sus filiales, el margen de explotación -el que refleja con mayor fidelidad la salud del negocio bancario- se situó en 694,53 millones de euros, el 19,1% más. Asimismo, la combinación de ingresos y gastos permitió un nuevo avance en el ratio de eficiencia operativa del banco, que rompió por primera vez la barrera del 30% y bajó hasta el 28,34% desde el 32,29% con que terminaba el mismo trimestre del anterior ejercicio.