El Santander celebra hoy su junta general con sus máximos dirigentes, Emilio Botín (presidente) y Alfredo Sáenz (consejero delegado), en plena situación comprometida. En medios financieros sorprendió que la admisión de la denuncia contra los hermanos Botín se diese a conocer justo un día antes de que tuviera lugar la reunión de los accionistas del mayor banco de la eurozona, y en plena tormenta sobre la credibilidad de España.

Sáenz pidió hace semanas un indulto al Gobierno por una condena de inhabilitación y arresto de tres meses por acusación falsa. La noticia tuvo un gran eco en los medios de comunicación extranjeros, como se repitió ayer con la imputación del presidente del Santander.