La ventaja de los chistes sobre vascos es que los cuentan los propios vascos, señal del buen estado de su código humorístico. Mucho le deben a esa mitificación del bonachón forzudo a la tira cómica que durante años hizo en el TBO Joaquim Muntañola, con el protagonista Josechu (entonces sin tx) el Vasco. Una de las más celebradas situaciones era cuando Josechu acudía a una óptica para encargar unas gafas. ¿Para ver de cerca o de lejos? Le inquirió la optometrista. Tras la duda, la respuesta del hombretón pueblerino: "Ahivadios, solo para ver Bilbao y alrededores". Podía ser también la respuesta que ayer daban muchos de los operadores del mercado: ver solamente lo que ocurre alrededor de Grecia. Las miradas más lejanas, pocas, hacían referencia a la rebaja en las expectativas de crecimiento de la economía China, la perenne esperanza emergente, y los primeros remojos de las barbas de Italia, a la que ya se incluye en los periféricos del euro.

De cerca está la subasta de deuda española a corto plazo que se celebra hoy, y la enésima reunión del eurogrupo del jueves y viernes, en el que se va a decidir el grosor del colchón antibatacazo financiero a partir del 2013, que se espera ampliar de los 750.000 millones a 1,3 billones. Los alrededores, tan determinantes para fijar el campamento propio, los volvieron a fijar desde el otro lado del Atlántico. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke ha de anunciar mañana si sigue con el QE2 o pasa al QE3. No son coches, son nuevas lluvias de dólares, que pueden ser ampliación de la actual o una nueva con perspectiva a más largo plazo.

Los corros españoles empezaron con visión borrosa, ante el anuncio de que el acuerdo sobre quién paga el desgarrón griego no era tan inminente como se anunció. El Ibex llegó a perder el 2%. Los leves datos positivos de primera hora de la tarde corrigieron el derrame y dejaron el índice en los 10.038 puntos, con un retroceso de 0,96% respecto al alentador cierre del viernes.

En la mirada corta, la peor nota se la llevó uno de los grandes valores, Telefónica, que retrocedió el 0,67% después de que la lupa de la agencia de calificación Fitch diagnosticara que la la situación de la teleco pasaba de estable a negativa. El peor varapalo en la cotización, no obstante, fue para Gamesa, que retrocedió el 7,12%, después de que el colirio de los analistas de ING dijeran que la empresa de energías renovables andaba corta de miras, es decir, de inversión para el 2012. Tampoco pasaron la revista los bancos, presionados por el riesgo financiero griego. Santander y BBVA bajaron el 1,04% y el 1,07%, respectivamente. El resto de bancos también perdió foco.