El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó ayer una demanda colectiva por discriminación sexual contra Wal Mart, una clara victoria para la empresa en un caso que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la discriminación laboral en este país.

La demanda en esta cadena de tiendas minoristas, la mayor del mundo, fue iniciada en el 2001 por seis mujeres, que denunciaron discriminación tanto en la capacitación como en las promociones y en las remuneraciones. Finalmente, un juez convirtió la demanda en colectiva, con lo que se hizo extensible a 1,6 millones de empleadas.

El Supremo dictaminó que no se había probado que existiese una política general en Wal Mart que condujera a la discriminación por género.