El presupuesto del Estado del 2012 conllevará un recorte del gasto de 4.669 millones de euros (el 3,8%), la mitad del ajuste aplicado en el 2011, que fue de 10.816 millones (el 7,7%). El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, concurrirá así a las próximas elecciones generales --en marzo del 2012-- con unas cuentas algo menos antipáticas, construidas sobre una muy optimista previsión de ingresos.

"Se descarta por supuesto una subida de impuestos y cualquier nueva disminución retributiva de los funcionarios", afirmó ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tras el Consejo de Ministros que aprobó el techo de gasto presupuestario del Estado para el 2012.

El techo de gasto es el límite que se autoimpone el Gobierno antes de empezar a elaborar los presupuestos del año siguiente. El Consejo de Ministros aprobó ayer un límite de 117.353 millones --descontadas las transferencias a autonomías y ayuntamientos--, lo que supone un recorte del 3,8% que, según el Gobierno, garantiza el objetivo de déficit.

Salgado explicó que la menor intensidad del recorte necesario para el año que viene obedece a que el esfuerzo programado para la reducción del déficit público es más intenso en el 2011 que en el 2012. Para el 2011, el objetivo es reducir el déficit de las administraciones públicas desde el 9,2% del PIB del 2010 al 6% (una diferencia de 3,2 puntos del PIB). Para el 2012, el objetivo es situarlo en el 4,4% del PIB (una diferencia de 1,6 puntos).

Si se tiene en cuenta el conjunto de las administraciones, el peso del ajuste en el 2012 es la mitad que el asignado al 2011. Pero no es así en el caso concreto del Estado, que debe pasar del 4,8% del PIB al 3,2%.

Como paso previo a la fijación del techo de gasto, el Gobierno ha tomado como base una elevada estimación de ingresos, de 127.852 millones, el 22,3% superior a la del 2011 (23.313 millones más). Salgado explicó que, para hacer una comparación homogénea, habría que tener en cuenta que en el 2011 se recaudarán "entre 3.000 y 4.000 millones más de lo previsto", y realizar algunos ajustes contables.

Con todo, resulta que los presupuestos del Estado para el 2012 se construirán sobre una previsión de crecimiento de ingresos de alrededor del 12%, según admiten fuentes de la vicepresidencia económica. Se trata de una estimación muy optimista para una economía que, según los propios cálculos del Gobierno, debe crecer en el 2012 el 2,3% (el 3,8% en términos nominales, sumando la inflación). Es como afirmar que los ingresos crecerán tres veces más que la economía, y eso sin contar con que la previsión del PIB que hace el Gobierno es muy optimista si se compara con las del FMI y la OCDE (el 1,6%) y la media de los analistas españoles (1,5%). El Gobierno prevé un aumento del empleo del 1,4%.

Haber tomado como base un menor volumen de ingresos habría obligado a adoptar un mayor ajuste del gasto, para lograr cumplir el objetivo de reducción del déficit marcado. Salgado justificó tan elevada previsión de ingresos apelando al crecimiento económico, la lucha contra el fraude, una mejor gestión del impuesto sobre sociedades y la devolución de los aplazamientos de pago concedidos años atrás.

CLAVE POLÍTICA Certeros o no, se trata de unos presupuestos que deberán ser administrados por el próximo gobierno que surja de las urnas. El PP criticó el techo de gasto por "no creíble" y por haber tomado como punto de partida "un escenario de aumento del PIB que no será factible conseguir el año próximo sin las reformas que necesita el país", según su coordinador de Economía, Cristóbal Montoro.

El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que, tras encuentros con otros grupos parlamentarios, confiaba en que el Parlamento aprobará el techo de gasto. El proyecto de presupuestos del Estado mostrará en septiembre cómo se repartirá el recorte de los 4.669 millones.