La crisis obligó a los españoles a ahorrar. La tasa alcanzó el 18,1% en lo peor de este ciclo económico, en el 2009. Pero la persistencia de la situación va a provocar un retroceso del ahorro a niveles poco deseables, según los expertos. Durante el 2011, la tasa de ahorro se situará en torno al 12%, según un análisis del servicio de estudios del BBVA. La tesis es que los hogares españoles se comerán un tercio de su capacidad de ahorro para financiar sus necesidades.

No es que las familias hayan recuperado el optimismo y se vayan a lanzar a consumir. Se trata de una caída de la renta disponible, que provocará un ajuste de la tasa.

En el 2008, cuando se inició la crisis, esta era del 13,5% de la renta disponible. Ahora vuelve a acercarse a ese nivel. Los hogares tienen menos capacidad para generar rentas no destinadas al consumo por el paro.

Para el Gobierno, la situación debe observarse desde otro punto de vista: si las familias ahorran, no consumen, una circunstancia clave si se tiene en cuenta que el 50% del PIB español es gasto privado. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, calculaba recientemente que, si se logra reducir el ahorro en dos puntos en el 2011, esto tendría un impacto del 1% en el crecimiento económico.