Una de las cosas que ha dejado clara esta crisis, si es que no lo estaba ya, es que las cosas se pueden ver desde puntos de vista distintos, y que ello no garantiza que alguno sea bueno. "He visto las nubes desde dos lados / arriba y abajo, y aun así, de alguna manera / es la ilusión de una nube lo que recuerdo / en realidad no conozco las nubes en absoluto", que cantaba Joni Mitchell.

El exiguo margen que tiene el Gobierno griego para sacar adelante el severísimo programa de ajuste al que está condicionado el segundo rescate que evitará su quiebra --un solo voto, tras sufrir su grupo parlamentario cuatro deserciones-- tiene a Europa en vilo. Pobres griegos. "Tenemos que elegir entre una opción mala y otra peor", como reconocía ayer un diputado del partido que sustenta al Ejecutivo.

Otro ejemplo de doble cara: los franceses tienen fama de chovinistas, y en muchos casos merecida; de hecho, ellos inventaron la palabra. Pero, al mismo tiempo, están demostrando durante la crisis del euro una actitud más responsable que los alemanes, a los que se presupone grandes virtudes. Ayer, Sarkozy evitó una jornada negra de los mercados al decir que ha pactado con la banca del país su participación en el rescate heleno.

Gracias a esta noticia, el Ibex 35 rompió con tres sesiones de caídas, y subió el 0,61%, hasta los 9.872,2 puntos. La prima de riesgo llegó a subir hasta los 293 puntos, pero luego se relajó hasta los 280. Dos lados: el problema es que el interés del bono sigue demasiado cerca del 6%...