A pesar de la crudísima situación de los mercados por la crisis griega y pese a las dudas que han surgido en el seno de la propia entidad, el Banco Financiero y de Ahorros (la entidad en que se han fusionado Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas) confirmó ayer su intención de que Bankia, la entidad a la que ha transferido la mayor parte de su negocio financiero, salga a bolsa en julio y no en otoño, como también se había planteado.

La importancia de esta operación es clave para la economía española. Lo prueba que el presidente del Gobierno deseo ayer "éxito" a la "entidad más importante" de las que tienen que captar capital en el mercado. "Hay mucho en juego", reconoció José Luis Rodríguez Zapatero.

El banco prevé que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apruebe hoy el folleto de su salida a bolsa. En principio, el grupo planea captar entre 3.600 y 4.000 millones de euros e incluir una banda no vinculante de precios para las acciones que suponga valorar la entidad en entre 0,65 y 0,45 veces su valor en libros (con lo que el banco valdría entre 7.515 y 11.115 millones de euros). La Caixa, por poner una referencia, solo ha tenido que incluir un descuento hasta 0,8 veces su valor. Pero la tensión de los mercados y las dudas sobre su situación obligan a Bankia a un rebaja mayor. De hecho, ayer por la noche se seguía debatiendo el precio mínimo porque algunos asesores estiman que debería estar por debajo de 0,45 veces.

A partir de mañana, los directivos liderados por Rodrigo Rato, presidente del banco, harán una gira internacional para intentar captar a los inversores internacionales y las oficinas comenzarán a vender acciones a sus clientes. El grupo planea comenzar a cotizar el 15 de julio, pese a que también se había barajado la fecha del 18. Hasta el 7 de julio, los interesados podrán emitir sus mandatos de compra de acciones y ese día se fijará el precio máximo por título, en función de los precios ofertados por los grandes inversores.

Entre el 8 y 12, se podrán revocar los mandatos o formular las solicitudes definitivas de compra. La fecha clave es el 13 de julio, día en que se fija el precio final. Si los precios ofertados por los grandes inversores son muy bajos, el banco podría echarse atrás en su plan de salir a bolsa y dejarlo para otoño.

Si todo va bien, el debut coincidirá con la publicación de las pruebas de resistencia a la banca europea. Según publicó ayer Reuters, entre 10 y 15 entidades de las 91 analizadas suspenderán el examen. Las instituciones son de Grecia, Alemania, Portugal y España.