Lo que para unos son puntos débiles para otros son fortalezas y la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, llega con ese bagaje de doble interpretación a la dirección gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), una elección que ayer se certificó cuando Rusia, Brasil y, más vital, Estados Unidos, le dieron su respaldo, dejando sin opciones la candidatura del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

El Consejo Ejecutivo del organismo hizo pública una nota en la informó que Lagarde había sido elegida para el cargo, aunque precisó que lo fue por "consenso", por lo que fue innecesaria una votación. Lagarde se convirte para los próximos cinco años en la primera mujer al frente de este organismo mundial.