Los consejos y avisos del Fondo Monetario Internacional (FMI), dirigido por primera vez en su historia por una mujer, Christine Lagarde, también se dirigen a la primera potencia mundial. Con los vaivenes provocados por una crisis griega que se enfrenta a momentos decisivos, ahora es el turno de EEUU, que carga con un volumen de deuda insoportable y la sombra de un impago que deterioraría un crecimiento y unos mercados internacionales que aún están debilitados.

En su informe anual sobre la economía de EEUU, el FMI insta a los partidos políticos de ese país a ponerse de acuerdo para incrementar el límite de deuda federal "lo antes posible", para evitar un shock que podría tener graves consecuencias en la economía y en los mercados financieros mundiales. La fecha límite para que se incurra en impago es el próximo 2 de agosto.

El presidente de EEUU, Barack Obama, terció en la polémica e instó ayer al Congreso a actuar para llegar a un acuerdo sobre la reducción del déficit que pase por un incremento de impuestos para los ricos. "Nadie quiere poner la calidad del crédito de EEUU en riesgo. Nadie quiere ver una moratoria en EEUU", dijo Obama en una rueda de prensa, en la que propuso aumentar los impuestos a los millonarios y a las empresas petrolíferas.

PAGAR FACTURAS Su comparecencia ante la prensa coincidió con un punto muerto en las conversaciones para la reducción del déficit que permita a su vez aumentar el techo de la deuda del país, fijado en 14,29 billones de dólares (9,9 billones de euros). La Casa Blanca ha alertado de que, de no llegar a un acuerdo para extender el límite de endeudamiento para la fecha límite del 2 de agosto, el Gobierno no podrá pagar sus facturas.

Según el FMI, la reducción del déficit propuesta en el presupuesto presentado en febrero pasado podría ser "excesivamente intensa" en el periodo inicial dada la debilidad cíclica y, al mismo tiempo, insuficiente para estabilizar la deuda para mediados de la década.

En este sentido, señala que las políticas deberán lograr un "equilibrio adecuado" entre retirar las medidas extraordinarias de apoyo y respaldar la recuperación, en un contexto con "vientos en contra". E incide en que la consolidación fiscal debe seguir su curso, ya que la dinámica de la deuda es "insostenible" y perder credibilidad fiscal sería "muy perjudicial".

El FMI sugiere que el ritmo y la composición del ajuste deberán adaptarse al ciclo, en el marco de una estrategia que cuente con apoyo político, orientada a aumentar los ingresos fiscales a medio plazo y a hacer frente a las presiones sobre el gasto a largo plazo. El organismo prevé que el PIB de EEUU aumentará el 2,25% en el 2011 y el 2,75% en el 2012, con una disminución "lenta" del paro y una inflación que se mantendrá "reprimida".

Por otra parte, ayer siguieron las reacciones a la elección de Lagarde como directora gerente del FMI. El secretario general de la organización de los países más industrializados, la OCDE, Ángel Gurría, confió en la capacidad de la exministra de Economía francesa para lograr "un crecimiento sólido y estabilidad".