El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha asegurado que Grecia no incurrirá en impago (default) de su deuda. "Europa ha tomado todas las decisiones necesarias para que no lo haya", ha dicho en una conferencia en el marco de la cátedra Abertis del IESE en Barcelona. Almunia ha alertado del peligro de imponer quitas a los acreedores porque tendrían implicaciones globales como las que tuvo la caída del banco de inversión Lehman Brothers. Y es por ello que ha aplaudido los avances en lo que respecta a la participación voluntaria del sector privado. Ha destacado que además de las medidas a corto plazo, sin las que Grecia no podría pagar sus facturas en unas semanas, hacen falta las de medio y largo plazo. En este primer punto ha sido optimista y ha considerado que las soluciones a corto plazo en Grecia reducirán los riesgos de contagio especialmente a las otras dos economías rescatadas, que son la irlandesa y la portuguesa. Si estos dos países cumplen las decisiones que acordaron, al igual que Grecia, "el resto estará menos sometido a riesgos de contagio". El vicepresidente de la Comisión ha admitido que Europa ha dado "respuestas lentas" a cuestiones como el elevado endeudamiento de Grecia y otros países que se conocían antes de la crisis, así como "fallos" de supervisión y control en políticas fiscales. Almunia ha situado el origen de los problemas actuales en el incumplimiento del pacto de estabilidad que impusieron Alemania y Francia a principios de los 2000, porque, ha dicho, "las reglas pueden gustar o no, pero hay que cumplirlas". El dirigente ha abogado por una economía menos intervenida y menos proteccionista, y ha recordado que el crecimiento tiene que venir del sector privado.