Bankia y Banca Cívica, las dos fusiones de cajas que pretenden salir a bolsa el 20 de julio, tienen previsto captar más capital del necesario para cumplir la normativa de solvencia del Gobierno, pero no aprovecharán ese excedente para acelerar la devolución de las ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (FROB).

"Lo iremos pagando en los próximos cinco años", afirmó ayer Enrique Goñi, copresidente de Cívica, entidad que recibió 977 millones de euros en diciembre. Fuentes de Bankia confirmaron que la entidad tampoco tiene previsto acelerar el pago de los 4.465 millones que percibió.

Precisamente, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, cargó ayer contra las "excesivas" retribuciones que pueden llegar a cobrar los principales directivos de Bankia con el argumento de que es una entidad que ha recibido fondos públicos, si bien reconoció que son legales.

Los 32 principales ejecutivos de Bankia cobrarán 13,4 millones al año como fijo y hasta 10,6 millones adicionales como variable. Es decir, el 6,7% de los 357 millones ganados por la entidad el año pasado. El peso sobre los beneficios es más del doble que el 3,14% de media de los seis mayores bancos y cinco mayores cajas de ahorros en el 2010.

Los dos bancos quieren preservar un colchón de solvencia suficiente para afrontar un futuro incierto. Al devolver el principal de las ayudas, su capital caerá en torno a un punto porcentual. Además, es un mensaje para los inversores, pues acelerar el pago supondría tener menos beneficio para repartir.

De los hasta 4.164 millones que prevé captar Bankia, la mitad pretende lograrlos entre sus clientes, que ya le han mostrado interés por entre 1,4 y 1,5 veces lo ofertado. De la otra mitad, la que es para inversores institucionales, un 50% es para españoles y un 30% para europeos. La entidad estima que el mayor esfuerzo ha de hacerlo con el otro 20%, el del resto del mundo.