Junio del 2010: 41.246 millones de euros de déficit del conjunto de las administraciones públicas españolas. Junio del 2011: 41.348 millones. Las cifras son oficiales, proceden de la contabilidad nacional trimestral de España publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y revelan que la primera parte del 2011 ha sido un semestre perdido en el empeño de la reducción del déficit ya que tan solo se ha conseguido rebajarlo en 102 millones.

La preocupación en el Gobierno es grande, según reconocen fuentes políticas, y arrecian los rumores de que la ministra de Economía, Elena Salgado, ya tiene en un cajón las líneas del que quizá será el último decreto de recorte del gasto de este Ejecutivo. En la oposición existe el convencimiento de que tal decreto puede ser aprobado justo un día antes del trascendental Consejo Europeo, que se celebrará en Bruselas el próximo fin de semana, informa Gemma Robles.

En el primer semestre del 2011 solo se logró reducir el déficit público en un 0,25%, cuando los objetivos establecidos por el Gobierno exigen un recorte del 34% en el año. El Estado hizo mejor sus deberes (logró un ajuste del 19%), pero las autonomías en su conjunto agotaron en el primer semestre el déficit programado para todo el año mientras que el superávit de la Seguridad Social cada vez es menor.

"Si consideramos que el año empezó el 1 de julio del 2010 y que terminó el 30 de junio del 2011, las cuentas de las Seguridad Social arrojan ya un peque-

ño déficit", asegura Ángel Laborda, jefe de coyuntura de la fundación de las cajas de ahorros Funcas. "Las autonomías debe-rían dar equilibrio presupuestario o superávit en el segundo semestre para cumplir el objetivo marcado por el Gobierno, algo que parece bastante imposible", añade Laborda. "Aunque el escenario más probable es que el Estado cumplirá su compromiso, la ejecución de las autonomías y de la Seguridad Social hace poco probable que, en ausencia de medidas adicionales, se cumpla el objetivo del 6% para el conjunto de las administraciones públicas", opina el BBVA.

ESFUERZO HERCÚLEO Según los compromisos asumidos por España ante Europa, el déficit pú-blico debería pasar de los 98.218 millones contabilizados el año pasado (el 9,2% del PIB) a una cifra en torno a los 65.000 millones en el 2011 (el 6% del PIB). Dado el nulo progreso realizado en el primer semestre, todo el ajuste necesario (algo más de 33.200 millones) deberá concentrase en la segunda mitad del año.

El esfuerzo requerido es de tal magnitud que la inmensa mayoría de los expertos y organismos internacionales dan por hecho que España no logrará el 6%. Laborda calcula que, en ausencia de nuevos recortes del gasto, el déficit rebasará el 8% del PIB este año, lo que supondría una desviación de más de 21.500 millones sobre el objetivo previsto. JP Morgan estima que el déficit llegará al 8,5%, según Reuters.

Analistas Financieros Internacionales (AFI) apunta un déficit del 7% para este año (lo que supondría una desviación de unos 10.500 millones), mientras que el consenso de los 16 principales servicios de estudios del país prevé un desequilibrio en las cuentas del 6,5% del PIB, con una desviación de 5.400 millones sobre el objetivo oficial.

LICITACIÓN E INTERESES De ser así, el Gobierno no debería tener problemas en cuadrar las cuentas ya que, según la vicepresidenta Salgado, contará este año con 4.000 millones que no estaban programados procedentes de la licitación del espectro radioeléctrico y de un menor pago por intereses de la deuda pública.

El problema será mayor si el déficit va hacia el 8% o el 9% del PIB. Así, hay pocas medidas del Ejecutivo capaces de cambiar el rumbo del déficit a dos meses y medio de final de año, según los expertos. Desde ese punto de vista, lo más eficaz --dicen-- sería otro recorte de la inversión, que ya ha caído el 25%.