La agitación ha vuelto a la bolsa. Una vez superada la resaca navideña, los mercados bursátiles europeos sucumbieron de nuevo a la volatilidad al sufrir descensos en torno al 2%, igual que la caída del Ibex 35, que quedó por debajo de los 8.400 puntos. La sesión se torció una hora y media antes del cierre, cuando el pesimismo sobre la fortaleza de la economía europea castigó el cambio del euro con el dólar y, de rebote, a las bolsas.

Por primera vez desde enero pasado, la moneda europea se cambió en el mercado de divisas por debajo de 1,30 dólares debido a las incertidumbres que aún pesan sobre la debilitada economía de Europa. La línea estable de los índices bursátiles cayó en picado y situó a España y el Reino Unido a la cabeza de las pérdidas, agravadas por la apertura a la baja de Wall Street.

Se truncó así el efecto positivo de la subasta de deuda pública del Tesoro italiano, que colocó títulos a la mitad de interés que en anteriores emisiones. El bálsamo se trasladó a la prima de riesgo española, que registró un diferencial del bono español con el alemán de 325 puntos básicos. El rendimiento del bono español a 10 años cayó hasta el 5,15% frente al 5,35% de la apertura, mientras que el alemán también bajó hasta el 1,89% desde el 1,92%.

Todos los valores del Ibex cerraron en rojo, con BBVA (-2,96%) y Repsol-YPF (-2,89%) a la cabeza, y con la excepción de Técnicas Reunidas. La banca volvió a ser la más castigada: Sabadell cedió el 3,29%; BBVA, el 2,96%; Popular, un 2,89%; Bankinter, un 2,29%; Caixabank, un 1,7%; y Bankia, un 1,15%.