"Mayores recursos para el fondo europeo salva estados, sin disminuir la disciplina presupuestaria". Lo pidió ayer Mario Monti durante su primera rueda de prensa de fin de año como presidente de un gobierno de tecnócratas, nombrado en noviembre para afrontar la crisis. "Necesitamos una Europa fundada sobre la disciplina, pero no solo sobre esta", dijo, anunciando que no habrá otro plan con recortes y nuevos impuestos.

Sin especificar las medidas concretas de estímulo al crecimiento para la segunda fase del plan de ajuste por 32.000 euros aprobado este mes, Monti ilustró que en enero su gobierno presentará a los sindicatos una reforma del mercado laboral. "Debemos superar el dualismo actual, con los unos supergarantizados y los otros en la precariedad", sintetizando que se trata de introducir "más flexibilidad y menos precariedad". Admitió que el plan producirá recesión, pero que "no aprobarlo habría comportado riesgos de explosiones recesivas, que habrían sido peores". Y añadió que "Europa no debe renunciar a su modelo de Estado de bienestar", aún reconociendo que deberá ser "reformado, pero sin dejar de ser eficiente y justo".

Monti reconoció que entre las dificultades que encuentra la mujer en el mundo laboral, hay "unas políticas sociales que penalizan a las familias", lo que su gobierno intentará mejorar con varias medidas en estudio.

DOS HORAS DE PREGUNTAS En dos horas y media respondiendo preguntas, Monti explicó que todos "deberán aportar algo" y que le sorprende el grado de consenso que su gobierno despierta en la opinión pública, ya que, según él, "debería ser igual a cero". Se mostró "más bien satisfecho" por los diferenciales de ayer, a pesar de que superaron los 500 puntos básicos. Gráfico en mano, subrayó que las últimas y menores subidas de los diferenciales se han producido "sin intervenciones del BCE", lo que consideró positivo. "Estábamos al borde del abismo y encima de nosotros volaban muchos buitres", apuntó.

Respecto a los diferenciales de España, que son más bajos que los italianos y llevan a pensar que está mejor, Monti explicó que "Italia ha ido más delante de España por lo que respeta a la inversión de tendencia de los diferenciales y a las reformas ya realizadas". Y añadió que, si bien España ha acumulado solo la mitad de deuda pública que Italia, el sistema bancario español, con solo dos institutos internacionalmente relevantes, simplifica, más que en Italia, las presiones de las autoridades.