La centenaria compañía fotográfica Eastman Kodak ha presentado ante un tribunal de Nueva York una petición voluntaria de quiebra --figura equivalente a la suspensión de pagos o concurso de acreedores de la legislación española-- para reorganizar sus negocios, según ha informado este jueves la empresa en su página web. Con esta solicitud, Kodak pretende reforzar la liquidez en Estados Unidos y en el exterior, rentabilizar la propiedad intelectual no estratégica, resolver la situación de los pasivos y concentrarse en los negocios más competitivos.
El consejo de administración de Kodak, que encabeza el español Antonio Pérez, cree que la solicitud de quiebra es un paso necesario para garantizar el futuro de la firma. La dirección asegura que, pese a todo, tiene capacidad suficiente para operar su negocio y prestar servicio a sus clientes "con normalidad". Asimismo, espera pagar sin problemas las deudas y salarios a sus empleados y seguir con sus programas de clientes.
Apuesta por el área digital
Fundada en 1888 y con sede en Rochester (Nueva York), en los últimos años la empresa ha dedicado la mayor parte de sus inversiones al área digital y material de alta tecnología, que generaron el 75 % de sus ingresos en el 2011.
Según el comunicado, la compañía tiene comprometido un acuerdo crediticio con Citigroup por un importe de 950 millones de dólares, a devolver en 18 meses,que le permitirá aumentar su liquidez, aunque tras la petición de quiebra, esta línea de crédito está sujeta a la aprobación judicial.
No afecta a las filiales
Esta solicitud de quiebra no afecta a las filiales de Kodak fuera de EEUU ya que que no están sujetas a estos procedimientos, con lo que cumplirán todas las obligaciones con sus proveedores.
La quiebra de la compañía que fundó George Eastman en 1888 ya era esperada por los mercados, y los nuevos rumores sobre esta posibilidad hicieron que las acciones de la sociedad cayeran el pasado día 4 de enero hasta un 30% y llegaran a cotizar a 46 centavos, de modo que en los últimos 12 meses ha acumulado una depreciación del 91,53%. El miércoles las acciones cerraron a 0,55 centavos de dólar, con una recuperación del 3,77%.
