La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha defendido este lunes la necesidad de "aumentar", pero no "doblar", los fondos de rescate europeos para que países como España e Italia no se vean arrastrados a una crisis de liquidez.

En una conferencia en Berlín ante la Sociedad Alemana de Política Exterior, Lagarde ha asegurado que son imprescindibles unos "cortafuegos más grandes" en la Unión Europea (UE) para evitar el contagio de más economías con problemas de endeudamiento. "Creemos que son necesarios cortafuegos más fuertes. Sin ellos, países como Italia y España, que son fundamentalmente capaces de pagar su deuda, podrían incurrir en un problema de falta de liquidez por culpa de una situación anormal en los mercados", ha insistido.

Romper el "círculo vicioso"

Para ello, Lagarde ha señalado que basta con incrementar la capacidad financiera de los fondos, que no es necesario doblarlos, de una forma "creíble" y "operativa". Además, se ha mostrado a favor de transferir los recursos no utilizados del temporal Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) al permanente Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE) cuando este comience a funcionar a mediados del 2012. Así se rompería el "círculo vicioso" de los bancos dañando las finanzas estatales y éstas, a continuación, lastrando las cuentas de las instituciones financieras.

A su juicio, la UE debe, de forma simultánea al refuerzo de los cortafuegos, promover el crecimiento económico y profundizar la integración fiscal para resolver la crisis de la deuda soberana. Sobre el primer objetivo, Lagarde ha apuntado que, aprovechando la tendencia bajista de la inflación, se puede actuar de una forma más "determinante" en materia de política monetaria. En este sentido, es importante que el flujo crediticio fluya y por eso ha pedido a "aquellos países, no todos" que disfrutan de cierto "margen de maniobra" en el ámbito fiscal que "reconsideren" ese "principio generalizado" de reducir la deuda.

Rechazo de EEUU

El FMI reclama ampliar en 500.000 millones de euros el fondo de rescate; una petición que se ha topado con el rechazo de EEUU, principal suministrador de fondos y que se niega a incrementar su aportación, y con las economías emergentes como China, Rusia o India, que condicionan su aportación a tener una mayor cuota de poder en el organismo internacional.