Dice Mario Draghi, mandamás del BCE, que lo peor de la crisis del euro ya ha pasado. Y uno, viendo a la velocidad en que se deteriora todo, se pregunta si lo dice en un ejercicio de voluntarista entusiasmo o tiene acceso a una información con la que los inversores no parecen contar.

Empecemos la casa por el tejado. Dice la OCDE que la Unión Europea necesita un fondo de rescate de un billón de euros para evitar que España caiga. El Gobierno, que tanto descalificó la política económica de su antecesor, ve con preocupación cómo la prima de riesgo no para de crecer desde que se negó a reducir el déficit a lo pactado inicialmente con Bruselas: ayer se disparó hasta los 360 puntos. Las malas señales crecen. Barclays dice que la economía caerá este año el 2% (tres décimas más que el Ejecutivo). Los ERE crecieron el 33% en enero. Y Nasdaq advierte de que la "economía española tartamudea y el mercado está perdiendo la confianza en la capacidad del Gobierno de enmendar sus finanzas".

Y claro, a nadie puede extrañar que el Ibex 35 cayese ayer de nuevo con fuerza, el 1,62%, hasta los 8.353,6 puntos. Máxime cuando el BCE filtra que prepara la retirada de algunas medidas de apoyo. La teoría del ciclo supercontinental dice que cada 400 o 500 millones de años todas las tierras emergidas del mundo se unen en un continente. Ya habría sucedido al menos cuatro veces. No toca hasta dentro de entre unos 200 millones de años. Pero es inevitable fantasear con qué pasará mañana.