Desde la noche del domingo pasado, los dirigentes de CCOO y UGT ven la huelga general con más optimismo. El aviso que dieron las urnas al PP en Andalucía y Asturias y la consecución de unos servicios mínimos moderados han dado alas a los sindicatos convocantes del paro, que confían en captar la adhesión a la protesta del gran número de ciudadanos indecisos respecto a la huelga, pero que comparten el rechazo a la reforma laboral. En el otro extremo, Mariano Rajoy y otros miembros del Gobierno así como dirigentes empresariales, subrayaron la inutilidad que, a su juicio, tiene la movilización.

Rajoy avisó de que la protesta no influirá en sus reformas: "Los sindicatos tienen derecho a convocar la huelga y el Gobierno tiene la obligación de seguir haciendo aquello que crea mejor para el interés general". Para los líderes de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, el presidente debe aprovechar la huelga, que "no ha querido evitar", para rectificar el "chapapote" de la reforma laboral.

MEJORAR EL ANTERIOR PARO Los sindicatos se han marcado como reto mejorar el seguimiento de la huelga general llevada a cabo contra el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero el 29 de septiembre del 2010, una convocatoria que tuvo una repercusión modesta en la actividad económica y ciudadana. Con este precedente, los responsables sindicales avisan de que, sea cual sea el grado de seguimiento del paro, tenían que hacer la huelga, según destacó el secretario de organización de UGT, Javier Cubillo. En todo caso, uno de los datos en que cifran el éxito de la convocatoria es la asistencia, que prevén masiva, a las 111 manifestaciones convocadas para mañana por la tarde en las principales ciudades españolas.

Otra clave para igualar o superar ese objetivo son los servicios mínimos en los transportes, que serán similares a los del paro del 2010. Algunas comunidades que dictaron servicios esenciales más amplios se han encontrado con un correctivo judicial, como en el caso de Baleares, donde el Tribunal Superior de Justicia suspendió cautelarmente la orden relativa a transporte y educación, informa Marisa Goñi.

En la Comunidad de Madrid el Tribunal Superior de Justicia ha dado un revolcón al Ejecutivo de Esperanza Aguirre al permitir que la manifestación finalice en la Puerta del Sol, lugar vetado por la delegación del Gobierno.

Las centrales aseguraron ayer que no se responsabilizan de los problemas que puedan surgir en los lugares en los que no haya sido posible el acuerdo de servicios mínimos, y denunciarán los que sean abusivos.

A pesar del optimismo, los sindicatos no se han relajado y han reforzado su disciplina interna en la cuenta atrás para la huelga. En esta convocatoria, UGT y CCOO han optado por lanzar una ofensiva contra las empresas que, a su juicio, limitan el derecho a la huelga de los trabajadores denunciando ante la inspección de Trabajo a más de 200 compañías, y publicando la lista completa en sus webs.

CIRCULARES DE LA PATRONAL Las centrales han detectado problemas de seguimiento en las pymes, ya que la patronal se ha volcado con circulares instando a ser beligerantes con el paro, que tachan de político.

Durante la jornada del 29-M, los sindicatos han convocado piquetes "ciudadanos" abiertos a cualquier persona que quiera colaborar con las centrales. En sus rutas se encuentran algunos de sus objetivos habituales: estaciones de metro, cocheras de autobuses, ejes comerciales...