La Comisión Europea (CE) alertó ayer al Gobierno de Mariano Rajoy que, sin subidas de impuestos, España no logrará reducir el déficit público a los objetivos fijados del 5,3% del producto interior bruto (PIB) en el 2012 e inferior al 3% en el 2013, porque una parte fundamental del problema de las cuentas públicas españolas es el bajo nivel de recaudación en relación al PIB. La reducción y el control del gasto público no son suficientes, el Estado debe buscar fuentes de "ingresos alternativos" para reducir el déficit público al ritmo previsto, advirtió el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, en un encuentro con los corresponsales en Bruselas.

El fin de la burbuja inmobiliaria originó en España una caída sustancial de la recaudación tributaria. "Esa fuente de ingresos se ha evaporado y ya no va a volver", subrayó Almunia. La crisis del sector inmobiliario ha hecho desaparecer "una parte muy importante de los ingresos que venían alimentado a la Hacienda pública y que ayudaban a mantener las cuentas públicas equilibradas o con superávit", añadió.

"España, por lo tanto, tiene que encontrar la manera de conseguir ingresos alternativos a los que procedían del sector de la construcción", subrayó el vicepresidente de la Comisión Europea, sin precisar qué impuestos debería subir el Gobierno del PP para conseguir un equilibrio en las cuentas. Almunia solo insistió en que "el aumento de los ingresos es una componente necesaria" para lograr la reducción del déficit público.

HAY QUE CUMPLIR Precisamente, el informe sobre la Eurozona presentado ayer por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) también destaca la fuerte caída de la recaudación sufrida por España desde el inicio de la crisis. Este organismo recomienda a los países que están sometidos a una fuerte presión y la desconfianza de los mercados, como España e Italia, que respeten sus compromisos de déficit y que además estén preparados para adoptar medidas de ajuste suplementarias si fuera necesario.

El secretario general de la organización, Ángel Gurría, señaló que, incluso unos presupuestos generales muy apretados, como serán los españoles, pueden contener medidas de apoyo al crecimiento, primando la investigación, la innovación y la educación. Gurría también destacó que España, ahora que ha conseguido cierta flexibilización con el déficit público, "debe cumplir" el nuevo objetivo.