El ministro de Economía, Luis de Guindos, pidió ayer "la cooperación de la eurozona" al llegar a la reunión del Eurogrupo en Bruselas ante el fuerte ataque a la deuda pública española en los mercados financieros, porque "España ha hecho todo lo que tenía que hacer". El ministro no precisó qué tipo de ayuda aspira a obtener de sus socios y solo indicó que espera "una respuesta conjunta" de respaldo a España.

De Guindos, al igual que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, atribuyó la desconfianza mostrada hacia España en los mercados financieros al contagio de la crisis griega y a las incertidumbres sobre la capacidad helena de poder permanecer en la eurozona ante el auge de las fuerzas políticas que rechazan las condiciones del plan de rescate.

"España ha tomado todas las medidas que se consideran adecuadas para volver al crecimiento y estabilizar la economía", destacó Guindos como contrapunto a la situación de Grecia, antes de comenzar la reunión del Eurogrupo dominada precisamente por los problemas económicos y financieros de España y por la inestabilidad política y la insolvencia económica de Grecia.

"Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer. A partir de aquí, lo que necesitamos es la cooperación de todo el conjunto de la zona euro. Tiene que ser una respuesta conjunta y espero que esta noche en el Eurogrupo así se defina", precisó Guindos poco antes de comenzar la reunión ministerial europea.

TODAS LAS MEDIDAS El ministro no quiso pronunciarse sobre las consecuencias para España de una eventual salida de Grecia de la zona euro e insistió en resaltar la importancia de las reformas españolas: "El Gobierno ha tomado medidas en el ámbito laboral, ha tomado medidas en el ámbito financiero, de saneamiento profundísimo de nuestros bancos, de mejora a medio y largo plazo de nuestra posición fiscal".

Guindos tampoco hizo ninguna referencia a que la Comisión Europea estima que España, a pesar de los ajustes presupuestarios anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy, incumplirá el objetivo de reducir el déficit público al 5,3% del producto interior bruto (PIB) este año impuesto por el Eurogrupo y que el déficit en realidad se situará a final de año en el 6,4%.

España recibió antes de la reunión del Eurogrupo el respaldo de los ministros de Finanzas de Luxemburgo y Austria, Luc Frieden y Maria Fekter. "España no es una segunda Grecia. Está en el camino correcto, tanto en la banca como en las medidas de ajuste", señaló Frieden. "España sigue financiándose en los mercados --destacó Fekter-- y las reformas son el punto de partida para recuperar la confianza".