El vicepresidente de la CEOE y presidente de la CEPYME, Jesús Terciado, sumó ayer su voz a los que desconfían del sistema público de pensiones al defender una nueva reforma "si se percibe que no hay viabilidad". Para Terciado, la solución no pasa por la congelación de esas prestaciones, sino por una modificación de los tiempos de cálculo.

La reforma que realizó el Gobierno de José Luis Rodrí-guez Zapatero a instancias de Bruselas y que entrará en vigor en enero del 2013 supondrá alargar los años de cotización de 35 a 38,5 hasta el 2022, así como aumentar de 15 a 25 años el periodo de cálculo de la prestación.

Los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, clamaron contra Terciado, al que acusaron de "alimentar el conflicto" al pretender que las pensiones públicas sean una beneficiencia y acelerar el tránsito a la pensión privada. Para Méndez, el número dos de la patronal "invoca la catástrofe", pese a que hay un fondo de reserva de "solvente".

Al tiempo que la presidenta de Unespa (patronal de las aseguradoras), Pilar González de Frutos, avisaba de que, tras la crisis, la cuantía de las pensiones públicas serán "menores" de lo que se piensa ahora, se conocía que en abril el patrimonio de los planes privados retrocedió el 1,78%, 906 millones menos.