Olvidada ya la burbuja especulativa de las puntocom, cuyo pinchazo a principios del milenio evaporó un total de cinco billones de dólares del mercado y fulminó a más de la mitad de las compañías de internet creadas entre 1995 y el 2004, los inversores han vuelto a abrazar con avidez a la última hornada de empresas tecnológicas. Facebook ha batido todos los récords del sector en su salida a bolsa a pesar de las dudas que despierta su modelo de negocio para capitalizar la información de los 900 millones de usuarios que tiene la red social y el éxito dispar de sus predecesoras.

Todo le irá muy bien si su trayectoria sigue a la de Google. El valor del buscador de internet no ha dejado de crecer desde su salida al parquet en agosto del 2004, cuando obtuvo una valoración de 23.000 millones de dólares, lo que supuso un récord entre las tecnológicas hasta el bautizo de Facebook. De un precio de salida de 85 dólares, sus acciones cerraron la primera jornada de cotización unas décimas por encima de los 100. Pero esto no fue más que un aperitivo del atracón que les esperaba a sus inversores. Cada uno de sus títulos ronda ahora los 633 dólares.

Y eso que la oferta pública de venta (OPV) de Google despertó en su momento dudas semejantes a las planteadas ahora por Facebook. Su valor inicial de mercado fue 120 veces superior al de sus ingresos en el año previo a su salida a bolsa. En el caso de Facebook se espera que supere el ratio de los 100.

Pero una vez calmados los primeros espasmos emocionales del mercado, la trayectoria de la última generación de tecnológicas difiere sensiblemente. Las acciones de Linkedin han ganado un 19% de valor desde su estreno y las de la inmobiliaria online Zillow, un 21%. En cambio son muchas las que han visto cómo sus títulos se depreciaban. Zynga ha perdido el 16%; Groupon, el 61%; Pandora, la radio por Internet, que también salió al mercado en el 2011, un 48%, y Yelp, otro sevicio de valoración de servicios al consumidor, un 15%.

CAUTELA EN LOS INVERSORES

Si alguna cosa indican estos números, según la opinión de los expertos, es que todavía existe entre los inversores una dosis razonable de cautela a la hora de enfrentarse a las sensaciones tecnológicas del momento. Por esa razón, la trayectoria que siga Facebook podría ser determinante a la hora de modelar actitudes y para anticipar el futuro inmediato de otras empresas como es el caso de Dropbox, que podrían plantearse en un breve plazo de tiempo su salida a bolsa.