El consejo de administración de Bankia acordó ayer una profunda renovación tras la dimisión en bloque de la mayoría de sus miembros, entre ellos Francisco Pons, hasta ayer vicepresidente, y Antonio Tirado, vocal en Bankia y director en funciones de Bancaja. De 18 consejeros que tenía la entidad hasta anoche, pasa a 10, y de todos los anteriores miembros del máximo órgano de decisión solo quedan dos: José Ignacio Goirigolzarri, presidente, y Francisco Verdú, consejero delegado.

El consejo presidido por Rodrigo Rato no logró que la auditora diese el visto bueno a sus cuentas anuales. Goirigolzarri sí lo ha conseguido, pero tras reformular las cuentas y convertir los más de 300 millones de euros de ganancias en el 2011 en el reconocimiento de unas pérdidas de 2.979 millones. Las principales causas de los resultados negativos son, según la entidad, "los saneamientos realizados en la cartera de créditos, en los activos adjudicados y la puesta a valor de mercado de las empresas participadas integradas en Bankia".