La abultada factura que costará a las arcas públicas el agujero de Bankia ha generado una tormenta política. Los partidos de la oposición coincidieron ayer en reclamar una aclaración urgente sobre los causantes de la grave situación de la cuarta entidad financiera española, mientras que su nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, dejó claro que su labor en la entidad "no es depurar responsabilidades".

Goirigolzarri exculpó a su antecesor en el cargo, Rodrigo Rato, y a su equipo de toda responsabilidad por la gestión que ha llevado a la cuarta entidad financiera del país a ser nacionalizada y precisar de una ingente inyección de dinero público, de 23.465 millones. "Cualquier juicio o análisis sobre el señor Rato y su equipo debe tener en cuenta que se produjo en un momento con un marco regulatorio y una situación económica tremendamente convulsos", con los retos añadidos de tener que acometer una fusión compleja entre siete entidades así como la salida a bolsa de la entidad, explicó. "No he venido aquí a depurar responsabilidades, sino a mirar hacia el futuro", añadió.

El consejo de administración que gobernó Bankia bajo presidencia de Rato dimitió en bloque el viernes. El nuevo consejo presidido por Goirigolzarri tiene 10 miembros en lugar de los 18 del equipo anterior.

Socializar pérdidas

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reaccionó a las palabras del nuevo presidente de Bankia rechazando que se dé "ni un euro público más" para su reestructuración si antes los gestores de la entidad, los de antes y los de ahora, no dan explicaciones ante el Congreso. "El Partido Socialista no avalará la presencia de un euro público más en Bankia si no sabemos lo que ha pasado, de quién es la culpa y cómo se va a resolver esto", subrayó el jefe de la oposición.

Rubalcaba no quiere "recorrer un camino en el cual las pérdidas se socializan y los beneficios se privatizan". El líder de la oposición también reclamó la comparecencia ante el Congreso del gobernador del Banco de España y del ministro de Economía.

El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, reclamó que "se aclare quién ha tenido la culpa" de la situación de Bankia, que, según Duran, "no debería haberse fusionado ni salido a bolsa". Al mismo tiempo advirtió de que la ayuda pública no puede ser a fondo perdido. "Esto no puede costar ni un euro a los españoles --apuntó--, el dinero que está aportando el Estado tendrá que volver a las arcas del Estado cuando la coyuntura sea más favorable a través de una privatización o de una oferta pública de acciones".

Desde Izquierda Unida, su coordinador general, Cayo Lara, solicitó ayer que se abra una comisión de investigación destinada a depurar las responsabilidades, "incluso penales" en las gestión de las cajas de ahorro. Más duras fueron las declaraciones de la diputada de ICV en el Congreso, Laia Ortiz, quien denunció ayer que el rescate de Bankia es "la mayor estafa y expolio a los ciudadanos, llevados a cabo para salvar a un banco de su mala gestión".

La asociación de usuarios de banca Adicae consideró una "tomadura de pelo" la apelación de Goirigolzarri a los pequeños accionistas para que se suscriban la próxima ampliación de capital de Bankia el próximo otoño.