La Comisión Europea ha exigido al Gobierno de Mariano Rajoy que incremente sus esfuerzos de ajuste presupuestario y que presente antes de finalizar el mes de julio un plan de ajuste multianual para el periodo 2013-2014. A cambio, la Comisión Europea "está dispuesta a considerar dar a España un año más, hasta finales del 2014" para cumplir el objetivo de reducir el déficit público al 3% del producto interior bruto (PIB), ha explicado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, al presentar las recomendaciones de ajuste y reformas para los 27 países de la Unión Europea (UE).

Las recomendaciones adoptadas por "unanimidad" por el Ejecutivo comunitario tras un largo debate suponen un duro varapalo a la política del Gobierno, al que exigen un estricto control de gasto autonómico para que no se produzcan nuevos descontroles y ocultaciones de déficit público como ha ocurrido hasta ahora. Pero no menciona la posibilidad de dar más flexibilidad a España en el déficit público, que se deja para más adelante, condicionada a que el Gobierno presente un "convincente" presupuesto multianual 2013-2014 antes de finalizar el mes de julio y que demuestra que "está controlando efectivamente" el gasto de las comunidades autonómicas.

El Ejecutivo comunitario ha hecho público un documento de trabajo en el que evalúa los planes de estabilidad y de reformas del Gobierno, y el apartado de los impuestos se lleva la peor nota. Las recomendaciones de la Comisión Europea reclaman un sistema tributario consistente con la reducción del déficit y que favorezca el crecimiento. En particular, Bruselas pide transferir la presión fiscal del trabajo hacia el consumo y los impuestos energéticos.

España es uno de los países de la UE con menor presión fiscal, destaca el documento. Por ello, pide que se suba el impuesto sobre el valor añadido (IVA) a los productos con tipo reducido. La Comisión Europea critica además la desgravación fiscal a la adquisición de vivienda y pide que se reduzca para que no siga fomentando el endeudamiento de las familias.

Políticas de empleo

En cuanto a las decisiones en materia laboral, la CE afirma que España va en la buena dirección, aunque muestra sus reservas. Por ejemplo, duda de que el acuerdo de negociación colectiva adoptado el pasado febrero sea "lo suficientemente ambicioso" para lograr la flexibilidad interna. También afirma que la reforma laboral cumple “solo parcialmente” las recomendaciones comunitarias de reducir la segmentación del mercado laboral y dar más oportunidades a los jóvenes. "La reforma se basa demasiado en incentivos fiscales para la creación de empleo, que se demostraron ineficaces en el pasado", añade el documento de trabajo.

La Comisión considera que el coste del despido en los contratos fijos sigue siendo demasiado alto en comparación con los temporales, lo que mantiene la segmentación del mercado de trabajo, y pide que se suprima la cláusula de revisión salarial automática en los convenios colectivos. Alerta además de que existe el "riesgo" de que las empresas usen el nuevo contrato con un periodo de prueba de un año como un "contrato temporal de facto con cero coste de despido", lo que socavaría los objetivos de la reforma.

Entre los aspectos favorables, la CE menciona la reforma de las pensiones, que califica de "un importante paso en la dirección correcta", aunque teme que "el empeoramiento de las previsiones económicas de España limite el impacto de las reformas". Por este mismo motivo, afirma que aunque "España ha hecho un considerable progreso en reestructurar el sector financiero", el proceso deberá continuar. El texto es previo a la crisis de Bankia. Por último, Bruselas añade que el Gobierno tiene que comprometerse más en los procesos de privatización de las loterías y los aeropuertos.