El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró ayer que no tiene ningún plan en marcha para conceder liquidez a España, pocas horas antes de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se reuniera en Washington con la directora gerente del organismo, Christine Lagarde. La número dos del Ejecutivo también se entrevistó con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner. A ambos les explicó de primera mano las medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis.

"El FMI no ha puesto en marcha ningún plan para asistir financieramente a España ni España se lo ha pedido", aseguró su portavoz, Gerry Rice, durante la rueda de prensa semanal. Sus palabras, no obstante, fueron refutadas horas más tarde por The Wall Street Journal. Apoyándose en fuentes del Departamento de Asuntos Europeos del FMI, el diario aseguró que este organismo ha empezado a debatir planes de contingencia para ayudar a España en caso de que el Gobierno sea incapaz de obtener financiación para cubrir los 19.000 millones de euros necesarios para recapitalizar Bankia.

"UN SINSENTIDO" El ministro de Economía, Luis de Guindos, sostuvo en la localidad barcelonesa de Sitges que esa información periodística era un "sinsentido". Muy pronto este organismo con sede en Washington podrá tener información de primera mano de la situación económica española tras el agujero detectado en dicha entidad bancaria, ya que el próximo lunes viajará a España una misión de expertos para realizar su examen anual. El contenido de sus estudios se conocerá el día 11, explicó Guindos, que subrayó que se trataba de una visita de rutina.

El presidente de EEUU, Barack Obama, está siguiendo con atención la crisis en la eurozona, ya que está lastrando la economía norteamericana, una consecuencia muy preocupante este año en el que se juega la reelección.

Fuentes diplomáticas españolas insistieron en que el objetivo del viaje de Sáenz de Santamaría a EEUU, preparado desde hace "semanas", es dar a conocer de primera mano los ajustes y las reformas emprendidas por Mariano Rajoy. Esas fuentes no quisieron comentar en concreto la posibilidad de que España se pueda acoger a una línea de crédito rápido que el organismo aprobó el pasado mes de noviembre y que podría permitir al Gobierno del PP obtener dinero a un precio más barato que en los mercados internacionales.

Se trata de un mecanismo que Lagarde lanzó el pasado otoño y que pueden solicitar países con problemas concretos de liquidez, no los que ya están en una situación de insolvencia, como Grecia, Irlanda y Portugal. Es decir, una línea muy útil para países como Italia y España, que están sufriendo el acoso de los mercados. La prima de riesgo española cerró ayer en 536 puntos básicos y la rentabilidad del bono quedó fijado en el 6,56%.

Los estados que quieran pedir esta ayuda deben negociar con el Fondo Monetario Internacional los tipos de interés del préstamo y las exigencias de reformas y recortes que deberían hacer.

CAPOTE DE MERKEL El Gobierno sufre un grave problema de desconfianza al que varios de sus miembros intentan hacer frente con entrevistas al más alto nivel. Además del viaje de Sáenz de Santamaría, Guindos se entrevistó el miércoles con su homó-logo alemán, Wolfgang Schäuble, y el propio Rajoy conversó por teléfono ayer con la cancillera alemana, Angela Merkel, según Europa Press, una información que la Moncloa no quiso confirmar ni desmentir. Merkel había celebrado solo unas horas una videoconferencia con Obama; el líder francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Mario Monti, para comentar la crisis financiera, por lo que pudo informar a Rajoy de las conclusiones a las que llegaron. Por primera vez en este último repunte de la crisis, Merkel tuvo palabras públicas de apoyo a España. "Es un aliado en el camino hacia la consolidación", declaró tras una reunión del Consejo Báltico. La cancillera añadió que Rajoy ha recibido una "difícil herencia".