El G-20 respaldará en su declaración final el plan de España para recapitalizar su sistema bancario, mediante una línea de crédito europea de hasta 100.000 millones de euros, según el borrador que han preparado los países participantes en la cumbre de Los Cabos (México), que se ha inaugurado este lunes en un clima tenso y expectante.

El texto que aprobarán los líderes de las principales economías del mundo y de las potencias emergentes recoge también el compromiso de los países de la zona euro de proteger la integridad y la estabilidad del área, según han explicado fuentes de la negociación.

Antes de conocerse esta decisión, en medio de la tempestad financiera han aflorado todas las tensiones, ya no solo entre los países europeos, sino también entre los de ambos lados del Atlántico. En los prolegómenos de la cumbre, en medio de las presiones para que Europa tome todas las medidas necesarias para resolver la crisis, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reaccionado airado a una pregunta periodística y ha recalcado que los europeos no acudían a esta cita "para recibir lecciones en temas de democracia o sobre la forma de gestionar la economía".

Unión bancaria

Barroso ha pedido por el contrario que el G-20, como gran foro de coordinación económica internacional que incluye las economías avanzadas y emergentes más importantes del mundo, apoye las medidas que planteará la Unión Europea para salir de la crisis. En particular la unión bancaria, sobre la que ha anunciado una propuesta formal para el último trimestre del año. "Podemos y debemos avanzar hacia la unión bancaria", ha dicho el presidente de la Comisión Europea en una rueda de prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, quien también ha asegurado que este será uno de los asuntos centrales de la cumbre europea de finales de junio.

Barroso ha pedido, asimismo, que el rescate bancario que el Eurogrupo prepara para España "evite cualquier contaminación entre deuda financiera y soberana". Con vistas a evitar el "círculo vicioso" entre ambas deudas, el presidente del Consejo Europeo ha sugerido que el Eurogrupo debería reconsiderar la posibilidad de entregar los fondos directamente a los bancos sin pasar por el Estado, ya que su cómputo como deuda pública es la que está provocando una reación negativa de los mercados que a su vez lleva a máximos la rentabilidad de la deuda y la prima de riesgo. "Lo que esperamos ahora es que España presente su petición formal y entonces discutiremos la mejor forma de hacerlo", añadió Barroso.

Obama y Merkel

Todavía al margen de la cumbre del G-20, cuyos objetivos oficiales se centran en el crecimiento y la creación de empleo para alentar la economía mundial, el presidente estadounidense, Barack Obama, se ha reunido con los dirigentes de la UE para mostrar la preocupación de Washington ante un posible agravamiento de la crisis europea que pudiera contagiar a Estados Unidos a pocos meses de las elecciones presidenciales. En su encuentro con Angela Merkel, Obama se ha unido al coro europeo que pide una flexibilización de la postura alemana respecto a las medidas de austeridad para combatir la crisis de la deuda.

Al hablar de la cumbre que se iba a iniciar, Obama ha señalado: "Se ha centrado la atención en Europa y ha llegado el momento de asegurarnos de que todos estamos unidos para hacer lo necesario para estabilizar el sistema financiero mundial y evitar el proteccionismo". Obama ha subrayado la necesidad de un trabajo conjunto "para que la economía crezca y crear puestos de trabajo".

El líder de EEUU se ha refirido también a las "perspectivas halagüeñas" del resultado de las elecciones en Grecia, "no solo para la formación de un nuevo Gobierno, sino también para trabajar de forma constructiva con los socios internacionales".