La agencia de calificación Moody's ha rebajado el rating a largo plazo de Telefónica a 'Baa2' desde 'Baa1' debido a las dificultades del entorno macroeconómico de España y al impacto de esta situación en el gasto del consumidor, que seguirá afectando a los ingresos locales de la multinacional española.

Asimismo, Moody's argumenta que esta rebaja en la calificación de Telefónica responde a la fuerte política de retribución a sus accionistas, que limita la capacidad de la empresa para generar flujo de efectivo para reducir su deuda, así como al riesgo para ejecutar su estrategia de desapalancamiento.

La agencia de calificación puso en revisión a finales de mayo el rating a largo plazo de Telefónica, situado entonces en 'Baa1' (calidad aceptable media), así como su nota a corto plazo 'Prime-2' (calidad buena con alguna sensibilidad al entorno).