El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo anoche (esta madrugada en España) que los dirigentes europeos "entienden la gravedad" de sus crisis de deuda y actúan con un "sentido de urgencia intensificado" para hallar una solución. En su conferencia de prensa al término de la cumbre del G-20 que se ha celebrado lunes y martes en Los Cabos (México), Obama ha subrayado que los problemas económicos de Europa no los resolverán ni el G-20 ni EEUU, sino que los deben resolver las propias naciones europeas.

El jefe de la Casa Blanca se ha referido expresamente a España, país al que ha citado varias veces en su rueda de prensa. Obama ha recordado que "los problemas surgieron de la especulación" y ha asegurado que los mercados se tranquilizarán "cuando España aclare cómo utilizará el dinero del rescate a la banca".

La psicología de los mercados

El presidente estadounidense ha añadido que confía en que los países europeos puedan superar la crisis, si bien ha reconocido la dificultad de conseguir que los distintos cuerpos legislativos lleguen a un acuerdo. Obama ha alabado de momento el compromiso europeo con la adopción de políticas de crecimiento y una mayor integración financiera y bancaria.

Ha insistido en que los europeos saben que deben adoptar "pasos inmediatos que les den tiempo y espacio" para hacer las reformas estructurales necesarias cara a mantener en pie y fortalecer la zona euro. "Cambiar la psicología de los mercados en muy difícil, pero las herramientas están disponibles", ha afirmado tras reconocer lo complicado que resulta resolver una crisis europea que se ha convertido en la mayor amenaza para la economía mundial.

El mandatario no se ha cansado de advertir de que que ninguna de las medidas que puedan tomar los europeos va a ser "una bala de plata" que resuelva los problemas en las próximas semanas o meses, pero cada paso indica que "se están moviendo hacia una mayor integración en lugar de a una ruptura".