Era inevitable, porque la riqueza de los españoles venía cayendo desde el máximo que marcó en el año 2007 como consecuencia de la durísima crisis que azota al país. Pero ya es oficial: los ciudadanos españoles son más pobres que la media de la Unión Europea, algo que no sucedía desde el 2001. Al cierre del año pasado, el Producto Interior Bruto (PIB, la riqueza que genera una región en un año) por habitante se situó en el 99% de la medida de la UE. Es decir, un punto por debajo, cuando solo 12 meses antes estaba al mismo nivel y en el 2007 se encontraba cinco puntos por encima.

El poder adquisitivo de los ciudadanos del país lleva cayendo cuatro años seguidos. Desde entonces, ha retrocedido seis puntos, una caída únicamente superada dentro de la zona euro por Irlanda (21 puntos) y Grecia (8). La comparación con los países de la moneda común es todavía más dolorosa: los españoles están nueve puntos por debajo de la riqueza media de los ciudadanos de la eurozona, según los datos de la oficina estadística europea (Eurostat).

La riqueza media de los países del euro cerró el año pasado ocho puntos por encima de la media de los de la UE, igual que en el 2010 y solo un punto menos que en el 2009. Alemania ya ha superado su nivel de renta per cápita previo a la crisis (al pasar del 116% al 120% de media comunitaria), mientras que Francia todavía está ligeramente por debajo (107% frente a 108%) e Italia pierde tres puntos respecto a 2007, al situarse en el 101% del promedio comunitario.

Dentro de la UE hay grandes diferencias, con Luxemburgo (274% de la media europea) y Bulgaria (45%) en los extremos. Entre los países con los ciudadanos más ricos de promedio figuran también los Países Bajos (131%), Austria (129%) e Irlanda (127%). Todo lo contrario que Rumanía (49%), Letonia (58%), Lituania (62%) y Polonia (65%).