"Solamente tienen prisa los toreros y los ladrones". Esta máxima no hizo ayer fortuna entre los corros, sino todo lo contrario, hubo salida en tropel, como cuando el toro salta al burladero y toreros y asistencias saltan al ruedo en defensa precipitada. La parte segura se ha convertido en riesgo.

Ayer, cuando ya se confirmaba que el Gobierno ha enviado la carta de solicitud de ayuda al Eurogrupo, sinónimo de estabilidad de recursos propios en pocos meses para la banca española, la reacción de los operadores fue justa la contraria a la imaginable y castigaron con dureza las cotizaciones de los bancos. Aunque no exactamente: lo que sucedió fue que los especuladores del día a día, hora a hora, fue abiertamente bajista y castigadora. Pero con escaso volumen de transacciones. Los que miran desde la barrera, un poco más arriba del callejón de las carreras inesperadas, advertían de que los inversores tradicionales actúan con más prudencia: saben que el clarín de salida auténtico es la cumbre del Consejo Europeo de jueves y viernes. Para jalear a los arriesgados, desde su habitual palco de autoridades, los de la agencia Moddy's se espabilaron para llamar la atención antes de tiempo haciendo saber que al cierre de la bolsa habría más banderillas para los bancos.

El Ibex acabó cerrando con un retroceso del 3,67%, con el índice instalado en los 6.624 puntos, 252,3 puntos por debajo del inicio de la sesión. BBVA, perdió el el 5,47%; Iberdrola, el 4,68; Telefónica, el 4,61%; y Santander, el 4,70%.