El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, echó ayer un jarro de agua fría sobre la pretensión del Gobierno de negociar una solución para los dueños de participaciones preferentes de los bancos que van a recibir el dinero comunitario. "Si está recibiendo ayudas públicas, una entidad no puede disponer de sus recursos propios (para compensar a los dueños de preferentes por la caída del precio de mercado de estos productos)", advirtió.

El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, pidió a Bruselas "sensibilidad" ante la situación de los dueños de estas preferentes. La advertencia del comisario disgustó al Gobierno. El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que quienes tienen preferentes merecen "sensibilidad" de Bruselas.