La junta general extraordinaria de accionistas de CaixaBank aprobó ayer la absorción de Banca Cívica por parte de CaixaBank. Como consecuencia del canje de acciones entre ambas entidades, las cajas integrantes de Cívica pasarán a controlar un 3,4% del capital del banco de La Caixa.

El capital libre que cotiza en bolsa aumentará hasta el 36%, mientras que La Caixa controlará un 61% del capital, frente al 81% que tenía hasta ahora. La operación dará lugar a la primera entidad financiera española, con 13 millones de clientes y unos activos de 342.000 millones de euros, de los que 231.000 millones son créditos.

El consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, remarcó que la fusión no requerirá ayudas públicas y permitirá al banco avanzar el cumplimiento del plan estratégico 2011-2014, que persigue superar la cuota de mercado del 15% en depósitos, en fondos de inversión y créditos. CaixaBank ocupa el primer puesto del mercado español en nóminas domiciliadas y planes de pensiones.