Terra Mítica, el mayor error urbanístico respaldado por los gobierno de Eduardo Zaplana y Francisco Camps en la Generalitat Valenciana, ha dejado de ser un quebradero de cabeza para los bancos acreedores --accionistas a la fuerza--, así como para el propio ejecutivo autonómico, que también se vio obligado a convertir créditos en capital para así poder contener las pérdidas derivadas de esa inversión.

La propia Generalitat Valenciana, el Banco CAM, Bankia y el Banco de Valencia han alcanzado un acuerdo satisfactorio para vender el capital de Terra Mítica Parque Temático Benidorm a la sociedad valenciana Aqualandia, que gestiona uno de los mayores parques acuáticos europeos y que actualmente pertenece a Antonio Magraner Duart.

El importe de la venta asciende a 65 millones de euros, una cantidad que no compensa el volumen de inversiones realizadas en el complejo, que ascendieron a unos 200 millones de euros, ni tampoco el total de los créditos concedidos a lo largo del desarrollo del proyecto, tal y como apuntan fuentes financieras.

PRINCIPALES ACCIONISTAS Banco CAM y Bankia eran los principales accionistas de Terra Mítica con un 24,5% del capital, mientras que el Banco de Valencia (Bancaja), tenía un participación del 2%. La Generalitat Valenciana disponía del 22,3% y era acreedora de deudas por un valor total de 45 millones de euros. De ello se deduce que no recuperarán todas las aportaciones que la administración autonómica realizó al complejo.

Fuentes del Banco Sabadell consultadas, tambén pusieron de manifiesto ayer que la operación responde a la voluntad de desprenderse de la cartera industrial de CAM. Lo mismo que Bankia, que asimismo, necesita vender sus participadas.