En un contexto de incertidumbre económica y de subidas de impuestos, los españoles se miran aún más el bolsillo antes de viajar este verano. Los resultados más bien discretos de la pasada Semana Santa y el escaso ritmo de reservas hasta la fecha hacen que hoteleros y agencias de viajes afronten la temporada estival con pocas expectativas y grandes incógnitas. Muchos de ellos se darían por satisfechos si obtuvieran los mismos resultados que el año anterior, 2011.

Casi la mitad de los turistas que reciben los hoteles de España son los propios españoles, dato que recuerdan los empresarios para destacar que el turismo extranjero no basta para salvar la temporada. Así, aunque las estadísticas indican una tendencia al alza en las llegadas de visitantes de otros países (un 2,4% más entre enero y mayo, hasta los 19,1 millones de turistas), los hoteleros no se relajan. "El turismo extranjero no puede compensar el nacional, que supone el 49% de nuestras pernoctaciones", según explica la presidenta de la Asociación Hotelera de Salou-Cambrils-La Pineda, Maria Eugenia Arbó. El número de rusos, uno de los principales mercados emisores de la Costa Dorada, podría aumentar este año entre un 2% y un 5%, una cifra positiva, pero que "no sustituirá la posible caída del cliente nacional", afirma Arbó, que estima que ingleses y franceses se mantendrán como el año pasado.

En la Costa Brava las mayores dudas son para este mes de julio. Las reservas para este mes no llegan al 50% de ocupación, pero los hoteleres consideran que se superará el 75% porque cada vez más gente contrata a última hora, en busca de precios más baratos. "Lo que no sé es si llegaremos al 82% del 2011", apuntan. Para el próximo agosto confía en superar el 90% de ocupación. En una ciudad como Barcelona se espera repetir la ocupación del año pasado, un 85%.

Si los hoteles están pendientes de los turistas españoles, las casas rurales, que dependen mucho más de la demanda interna (un 90% de las pernoctaciones), lo están más. Toprural prevé una ocupación media del 24% en julio, tres puntos menos que en el 2011. "Uno de los grandes retos del sector vendrá de la capacidad de atraer demanda extranjera", afirma a este diario Joseba Cortázar, portavoz de Toprural.

AGENCIAS DE VIAJES No solo los alojamientos, también las agencias de viajes están afectadas por la contención del gasto. Un estudio de Lastminute realizado en seis países (España, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Francia y Italia) calcula que los españoles serán los que menos gastarán en viajes (539 euros), muy por debajo de la media (722 euros), mientras que los alemanes encabezan la lista (838 euros). "La tendencia es la misma que la de años anteriores: menos días, menos gasto y destinos más cercanos", dice Francisco Carnerero, presidente de la asociación ACAV. Por su parte, la UCAVE, que agrupa a las agencias de viaje especializadas, prevé un crecimiento entre el 1% y el 3%. "En los buenos tiempos llegábamos incluso al 10%", dice presidente.

En eDreams, el volumen de contrataciones es similar al año pasado. "España será el destino preferido para el turismo nacional, algo que no se debe solo a la crisis económica, sino también a que nuestro país es una referencia turística mundial", dice Javier Bellido, director de Odigeo (grupo al que pertenece eDreams). Tras España, con el 40,6% de reservas en esta web, están Italia (6%), el Reino Unido (5,5%) y EEUU (4,3%).