Una veintena de afectados por la comercialización de participaciones preferentes de Bankia ha perseguido por la calle a la exteniente de alcalde de Madrid Mercedes de la Merced y al expresidente de Caja Ávila Agustín González al grito de "chorizos" y "devúelveme mi dinero".

Los manifestantes, que portaban pancartas con los lemas 'banquero capullo, ese dinero no es tuyo' o 'banqueros culpables', han asediado a los comparecientes cuando salían de su declaración judicial como imputados en la causa que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu instruye por la fusión y salida a Bolsa de la entidad.

El grupo de afectados ha perseguido durante varias decenas de metros a los exconsejeros de Bankia mientras les insultaban y les exigían que les devolvieran sus ahorros. "¿Dónde están mis ahorros? ¡Por favor, dígamelo!", le ha gritado un señor al expresidente de Caja Ávila y presidente de la Diputación de Ávila, que ha tenido que refugiarse en un taxi para abandonar las inmediaciones de la Audiencia Nacional.

Falta de información

Durante las declaraciones judiciales, que se han prolongado durante una hora y media, los dos comparecientes, que eran vocales del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, han asegurado que conocieron la situación real de la entidad en mayo pasado, cuando se produjo la crisis que precipitó la salida de Rodrigo Rato como presidente de la entidad.

De la Merced ha defendido la conversión de las participaciones preferentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en acciones en el proceso de recapitalización de la entidad, y ha dicho que ella misma compró este producto después de ser informada de sus características. "Los beneficios han sido bastantes", ha asegurado ante el juez, según fuentes presentes en la declaración.

También ha señalado que la nacionalización de Bankia, que se produjo en mayo pasado, era necesaria para garantizar el mantenimiento de la Obra Social de Caja Madrid, entidad a la que ella pertenecía.

"Maestro de primaria"

González, por su parte, ha declarado que no tenía conocimientos financieros o contables porque su profesión era la de "maestro de primaria", y ha apuntado que la situación en la entidad fue de "absoluta normalidad" hasta la llegada del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, a quien apoyó por "responsabilidad".

Al igual que los otros ocho consejeros que habían comparecido hasta la fecha como imputados en esta causa, De la Merced y González han defendido la legalidad de los dos balances de cuentas de 2011, el que reflejaba unos beneficios de 305 millones de euros y el que arrojó unas pérdidas de 2.979.

Las declaraciones judiciales de los imputados se prolongarán hasta el próximo 20 de diciembre, día en el que tendrá que declarar el expresidente de Bankia y exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato.

A los 33 exconsejeros imputados, así como a Bankia y a BFA en calidad de personas jurídicas, se les atribuyen indiciariamente y de forma genérica los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.