Los palestinos cuentan con nerviosismo las horas que faltan para que su tierra sea un Estado observador con el beneplácito de la Asamblea General de la ONU. Si sus cálculos no fallan, unos 140 países de 193 votarán hoy a favor de que Palestina, representada ahora en la ONU como entidad por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), tenga un estatus similar al del Vaticano y sea reconocida como un Estado en Cisjordania, Gaza y Jerusalén este, con sus fronteras anteriores a la guerra de 1967, en que Israel ocupó estos territorios. "Es un momento histórico crucial y una oportunidad para que el mundo rectifique la grave injusticia histórica que han sufrido los palestinos, que se inició con la creación del Estado de Israel en 1948", dijo ayer en Ramala Hanan Ashraui, miembro ejecutivo de la OLP. "Vamos a asegurar nuestro derecho a la autodeterminación y va a quedar claro que Israel ocupa Cisjordania, Gaza y Jerusalén este y como poder ocupante tiene que estar sujeto a las leyes internacionales", subrayó Ashraui. Para Israel, los territorios palestinos están "en disputa", pero la ley internacional los considera ocupados.

"Este es el último intento de mantener la solución de dos Estados, en la que creemos, pero que está en peligro", señaló Ashraui. La representante de la OLP dejó claro que acudir a la ONU no significa renunciar a negociar con Israel sino mejorar la capacidad de presión palestina.

El presidente palestino, Mahmud Abás, presentará hoy a la Asamblea General de la ONU en Nueva York la resolución para el reconocimiento de Palestina como Estado observador, "a pesar de las presiones y chantajes que hemos sufrido para evitarlo", explicó Ashraui. Londres presionó a los líderes palestinos para que se comprometieran a no utilizar la justicia internacional para denunciar a Israel una vez reconocido su Estado. Ashraui destacó la importancia de que en la apuesta por la ONU "todos los palestinos vamos unidos", incluido el movimiento islámico Hamás, que controla la franja de Gaza y ha manifestado su apoyo a Abás en su solicitud a la ONU.

Ashraui animó a Washington a "abstenerse" y no emitir un voto negativo, que será "patético y perjudicará los intereses americanos en la región". Para ser aprobada, la resolución requiere una mayoría simple en la Asamblea General y no hay amenaza de veto como en el Consejo de Seguridad, donde en el 2011 la solicitud palestina fracasó.

"ASOMBROSA" RESPUESTA Ashraui calificó de "asombrosa" la respuesta de la mayoría de países. Estados como Francia, España, Austria, Dinamarca, Noruega, Rusia, Suiza, Turquía y Brasil han asegurado su voto afirmativo y otros como el Reino Unido han anunciado que se abstendrán. Los que parece claro que votarán no serán Israel, Estados Unidos, Canadá y Alemania, entre otros.

El ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, oficializó ayer en el Congreso su decisión a favor de que Palestina entre en la ONU como Estado observador, informa Pilar Santos. "España votará mañana sí a la petición palestina por coherencia con nuestra historia y porque creemos que es la solución más adecuada para aproximarnos a la paz", declaró. Margallo explicó que el Ejecutivo de Rajoy habría preferido que no se hubiera llegado a la votación en la ONU, "porque eso habría significado que se había avanzado en las negociaciones de paz como sugería el Cuarteto".

También lamentó que la UE no haya conseguido ponerse de acuerdo para votar de forma conjunta y explicó que intentó "hasta el último momento el consenso entre los Veintisiete". "Pero no ha sido posible y hemos tomado una decisión unilateral que es coherente con la que se ha formulado por este partido en la oposición y en el Gobierno", añadió. A su juicio, la mejor fórmula es la solución de dos Estados y la única forma de que llegue a buen puerto es que "haya negociadores fuertes".