El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que exigirá un capital mínimo del 8% en el examen sobre la calidad de los activos de los principales bancos de la eurozona que comenzará el próximo noviembre y se prolongará durante un año. El examen tendrá como objetivo reforzar la transparencia de las entidades, subsanar los déficits de provisiones y capital que puedan aparecer antes de que el BCE asuma la supervisión bancaria de la eurozona en noviembre del 2014. El examen se complementará con una prueba de resistencia a los bancos que realizará la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés).

El examen afectará a inicialmente 124 bancos europeos, de los cuales 16 son españoles, que representan el 85% del sistema bancario de la eurozona, aunque la lista podría ampliarse, ha precisado el BCE. En España, las entidades afectadas son los grandes bancos y las antiguas cajas que han necesitado ayuda pública: BBVA, Santander, Banc Sabadell, Banco Financiero y de Ahorros, Banco Mare Nostrum, Banco Popular Español, Bankinter, Ibercaja, La Caixa, Caja España, Cajas Rurales Unidas, Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, Unicaja, y NCG Banco.

El examen se efectuará teniendo en cuenta los balances de las entidades a 31 de diciembre del 2013 y abarcará toda clase de activos, incluyendo los préstamos en riesgo de mora, los préstamos reestructurados y refinanciados y las inversiones en deuda pública nacional y sus riesgos implícitos.

Los gobiernos de cada país deberán responsabilizarse de que los bancos donde se detecten deficiencias realicen las provisiones necesarias y aumenten sus ratios de capital, mediante ampliaciones de capital, suspensión de reparto de dividendos, venta de activos y otras medidas de reestructuración, y con la inyección de fondos públicos si fuera necesario.

"Es esencial garantizar que cualquier banco con un modelo de negocio viable, pero que requiera capital adicional por razones prudenciales, sea capaz de obtenerlo en un marco temporal apropiado", ha señalado el presidente del BCE, Mario Draghi.

"La transparencia será el objetivo primario. Esperamos que esta valoración fortalecerá la confianza del sector privado en la solvencia de los bancos de la eurozona y la calidad de sus balances", ha subrayado Draghi.