"Si un estado hubiera invertido 300 millones en la compañía, la aerolínea seguiría viva en este momento". Ferran Soriano, expresidente de Spanair ha atribuido a la falta de financiación en un momento económico complicado la desaparición de la firma aérea que debía hacer del aeropuerto de Barcelona un 'hub' --centro de interconexiones-- intercontinental.

En este sentido, ha recordado durante su comparecencia en la comisión del Parlament de Catalunya que investiga la quiebra de la aerolínea, que Iberia recibió hasta 2.300 millones de ayudas públicas para mantener su actividad, mientras que la compañía que él dirigía llegó a recibir solo 180 millones de euros procedentes de las Administraciones públicas, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona. "Si Spanair hubiera recibido solo un 20% de las ayudas públicas que tuvo Iberia, Spanair seguiría volando"

Soriano ha repetido en varias ocasiones que si los accionistas, representantes del sector público y privado, hubieran aportado más capital al proyecto podía haber conseguidos los objetivos que se había fijado de realizar vuelos intercontinetales con la entrada de un socio industrial. Y ese objetivo no pudo cumplirse porque la Generalitat, a través de la Consellería de Economia que dirigía Andreu Mas-Colell, decidió no aportar más capital, tampoco los socios privados.

Recordó, a preguntas del diputado de CiU, Antoni Fernández Teixidó, que el compromiso del Govern era el de financiar a Spanair hasta que se produjera la entrada de Catar Airways, y que cuando la aerolínea del árabe desistió de su intención, la Generalitat quedó libre para decidir si seguía financiando a Spanair. "¿Cuánto dinero hubiera necesitado Spanair si hubiera podido contar con ese apoyo?", pregunto Teixidó. "Con 100 millones de euros hubieramos podido aguantar dos años más hasta encontrar un socio industrial o la situación económica se hubiera normalizado", contestó Soriano.

DENUNCIA EN BRUSELAS

El expresidente de la aerolínea, además, ha atribuido el cierre de Spanair a la denuncia interpuesta por Vueling y Ryanair ante la Unión Europea porque las aportaciones públicas recibidas por la aerolínea catalana podían considerarse ayudas de Estado. "En ese momento negociábamos la entrada de Catar Airways y ya se había redactado el contrado para la compra del 49% de la compañía mediante el que se aportarían 150 millones de euros. La denuncia hizo que Catar se retirar del proyecto porque no quería complicaciones con la UE", ha contestado Soriano a una pregunta del representante de ICV-EUiA en la comisión Parlamentaria, David Compañón..

Soriano ha significado tambíen que la compañía negoció la entrada con otros posibles socios industriales que no llegó a concretarse porque encontraron opciones en otras ciudades europeas, como Berlín y Roma. Pero ha destacado que las condiciones del mercado en aquel momento también contribuyeron a las dificultades de seguir adelante. "Si el precio del petróleo hubiera estado a 50 euros, como ahora, seguramente habríamos tenido beneficios", apuntó en un momento de su intervención en la comisión, que realizó por viedoconferencia desde Manchester, donde vive y trabaja en este momento.