Los sindicatos de Seat han reaccionado con estupor y un punto de desánimo a las informaciones que apuntan a que el actual presidente de Seat, Jürgen Stackmann, dejará el cargo y pasará a formar parte del comité ejecutivo de la matriz alemana Volkswagen.

El cambio de destino de Stackmann, que lleva dos años y cinco meses al frente de Seat, se enmarcaría en la reorganización directiva que se ve obligada a llevar a cabo la multinacional alemana tras el escándalo de la manipulación de los motores de 11 millones de vehículos diésel.

La revista alemana especializada "Auto motor und sport" ha avanzado hoy mismo que el directivo será nombrado director de ventas de todo el grupo, extremo que la marca española no ha confirmado oficialmente y que trata de momento como un "rumor". El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero (UGT), se ha mostrado sorprendido ante la noticia del posible relevo al frente de la marca española, precisamente en el actual momento que vive la compañía, que ha conseguido en este ejercicio obtener beneficios de explotación por primera vez desde hace años.

En concreto, Seat cerró el primer semestre con un beneficio operativo de 52 millones de euros, frente a la pérdida de 37 millones de euros en el mismo periodo de 2014. Carnero se ha mostrado prudente a la hora de valorar el cambio en la presidencia a la espera de que se confirme, aunque ha apuntado su decepción, si ocurre, ya que, además, Stackmann ha arrancado el compromiso del Grupo Volkswagen de invertir 3.300 millones de euros en los centros de Seat en Barcelona y Navarra hasta el año 2019.

Por su parte, el secretario general de CCOO en Seat, Rafael Guerrero, ha expresado directamente su "preocupación" si se confirma la marcha del directivo alemán ya que ha hecho "un buen trabajo", además de ser una persona "de trato fácil". "No sería bueno para Seat", ha subrayado el dirigente sindical, que ha admitido que la buena gestión realizada por Stackmann al frente de la compañía española ha revalorizado su figura. Stackmann sustituyó como presidente de Seat en abril de 2013 al galés James Muir, que desempeñó este cargo durante unos tres años y medio.